Relatos Travestis Alicante: Byanca Carvalho - Impresionante en Santander!
Autor: Choddaboy
Llevaba varios días hablando por whatsapp con Byanca (ella siempre muy amable, le agradezco mucho como se preocupó), ella estaba en Bilbao, yo vivo en Logroño, a 1 hora y media aproximadamente y no pude ir por temas de trabajo, me avisó que se iba de Bilbao a Santander y allí sí que pude ir a visitarla la semana siguiente.
Durante el viaje de Logroño a Santander estuve todo el rato pensando en lo que iba a pasar, nervioso y excitado, los días previos habían caído muchas pajas pensando en este momento.
Eran las 21:55 y habíamos quedado a las 22:00, la llamé ya en el portal de su casa, me contesta con un tono dulce, nunca había oído su voz (siempre habíamos hablado por whatsapp), me dice que enseguida está, que llame en 15 minutos. Se me hicieron muy, muy largos, tenía muchas ganas de verla y a la vez estaba nervioso, nerviosísimo. Al final suena mi teléfono y subo al piso.
Llamo a la puerta de casa, me abre casi inmediatamente y me hace pasar, allí está imponente vestida de negro, con botas altas, los labios y las uñas de un rojo intenso y casi sin cerrar la puerta me da un besito, otro, me va metiendo la lengua hasta que me come la boca, se separa y me dice “hola cielo”, yo respondo aunque casi no me sale la voz. Volvemos a besarnos y entre beso y beso me dice que le cuente qué es lo que quiero hacer, le explico que quiero ser pasivo, sumiso, quiero que se divierta conmigo. Me sonríe de una forma picarona y me dice “lo vamos a pasar muy bien”. Le explico que sólo tengo dos límites, “no quiero lluvia dorada ni que te corras en mi boca, por lo demás soy tuyo”, “¿eres mi juguete, entonces? me replica ella, “sí, soy tuyo”. (En este momento, estoy nervioso, acojonado, excitado... todo a la vez)
Me ofrece algo de beber y le digo que agua fría, me ordena desnudarme completamente y que entre al salón mientras va a la cocina a por el botellín de agua. A los dos minutos entra sin tanga con la polla al aire, me mira y me dice que le pague, acordamos una hora y pago por ello, guarda el dinero en un mueble al lado mío, se da la vuelta y me ordena arrodillarme, estoy con la boca a 10 centímetros de su polla ya morcillona, me acaricia el pelo y me explica que a partir de ese momento ella manda: “Tu polla es mía y no la puedes tocar sin mi permiso, tu culo es mío, mejor dicho tu chocho porque eres una putita, mi putita, y voy a follarte hasta que me dé la gana”(aquí ya tenía el corazón a 100, como os podéis imaginar).
“Vale, tu mandas” y antes de acabar la frase ya tenía su polla en mi boca, la chupé lo mejor que pude, me ayudaba de mi mano derecha masturbándola y le chupaba la punta, no me entraba mucho más, la verdad. Me esforcé, bajaba a los huevos, le chupaba toda la polla de arriba abajo, hacía todo lo que había visto en películas y poco a poco ella empezó a follarme la boca cada vez más fuerte. Me daban arcadas y me salía mucha saliva, era muy incómodo pero no paraba, seguía ahogándome y ella parecía disfrutar. Yo intentaba separármela un poco con mis manos y ella me las apartaba todo el rato, seguía fallándome la boca como una posesa, entonces de repente apartándome las manos de nuevo, paró, bajó la cara para besarme pero cuando abrí la boca me escupió dentro y dijo “ahora verás”, abrió un cajón y me puso unas esposas dejando mis brazos en mi espalda “ya no me molestarás más con tus manos, voy a follarte la boca y luego el culo”. Ahora estaba a su merced, de rodillas, esposado y ella con su polla muy dura y reluciente, llena de mis babas. Me ordeno que abriera la boca, volvió a escupir y me metió la polla en la boca. Me follaba la boca, me tapaba la nariz, me volvía a follar la boca, hacía conmigo lo que quería, era su juguete y estaba jugando conmigo.
“Vamos a la habitación que voy a follarte”, “¡sígueme de rodillas, puta!”, yo estaba con las manos inmovilizadas y me costaba ir de rodillas por el largo pasillo hasta la habitación, hizo dos paradas por el camino para seguir follándome la boca un poco más.
En la habitación a cuatro patas en la cama me lubrico el culo, un poco de popper y me metió un consolador pequeñito, luego otro un poco más grande y después uno más grande que se me quedaba metido en el ano por la forma que tenía, con ese consolador en el culo me dio la vuelta y me puso en la cama boca arriba con la cabeza un poco salida de la cama, sabía lo que iba a pasar…
Me escupió en la boca y comenzó a follarme la boca otra vez, en esta posición me la metía hasta el fondo o eso me parecía a mí, las arcadas eran continuas, me la metía y me la sacaba con violencia y de vez en cuando intentaba metérmela aún más adentro. Saco su polla de mi boca y bajo la cabeza me besó, me lamió la boca y me escupió dentro (cada vez me gustaba más que me escupiera, me ponía cachondísimo) y otra vez la polla adentro, así varias veces hasta que me dijo “ahora sí que te voy a follar, date la vuelta y déjame verte el chocho”, yo no podía ni moverme, estaba cansado y al estar esposado me costó darme la vuelta (mientras veía como ella se ponía un condón, tenía la polla como una piedra, ya no había vuelta atrás), cuando estuve a cuatro patas me saco el consolador, un poco de popper y poco a poco me fue metiendo su polla poco a poco, me hacía daño pero al final entró. Empezó a subir de velocidad y me cuando me la metía muy adentro me hacía daño, me puso de medio lado, más popper y para adentro, cada vez me hacía menos daño y disfrutaba más, me follo así, volvió a ponerme a cuatro patas y me follaba sin descanso, me la sacaba entera y me la volvía a meter de golpe, iba alternando más rápido, más despacio, me la sacaba, me la metía…yo ya no sabía ni donde estaba, no podía ni moverme, ahora sí que era su juguetito y ahora sí que me sentía su putita totalmente.
Me puso boca arriba y me metió un consolador, ahora entró fácilmente, puso sus rodillas al lado de mis hombros, se quitó el condón y me puso la polla en la boca. Mientras se la chupaba jugaba con el consolador y se dio la vuelta, estábamos en posición de hacer un 69 pero ella en vez de chupármela me follaba el culo con el consolador, me estaba follando la boca con la polla y el culo con el consolador, después de un rato volvió a ponerse un condón y sin sacarme el consolador del culo metió su polla, ¡increíble!
Me follo un rato y me saco la polla y el consolador, entonces me dijo “voy a meterte la mano”, le dije que era imposible, que no entraba pero estaba inmovilizado y al final un dedo, dos, tres y me metió la mano completamente, la giró hacia un lado, hacia otro, era una pasada hasta que me la sacó, volvió a meter su polla y me folló boca arriba (yo ya ni notaba la polla prácticamente, tenía el ano tan dilatado que podía hacer con él lo que quisiera) hasta que se corrió en el condón todavía dentro de mi culo.
Entonces empezó a pajearme con su mano derecha y en 1 minuto me corrí, ¡qué placer!, me corrí en su mano izquierda y nada más terminar me obligó a tragarme mi propio semen, “me has dicho que no me corra en tu boca y he cumplido pero no has dicho nada de tu semen, putita” Yo ya sin fuerzas me quede en la cama quieto un par de minutos para coger aire, me dio una toalla para limpiarme un poco y me incline hacia adelante, me quito las esposas, ya estaba libre.
Estuvimos un rato hablando hasta que me fui, fue una experiencia inolvidable, ya estoy deseando de que me vuelva a follar, deseando de volver a comerme su polla.
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Esto es una fantasía, no ha pasado realmente pero creo que Byanka sabe quien soy y espero que me ayude a realizar esta fantasía, a poder ser la semana que viene, ¡seguro que sí!
Llevaba varios días hablando por whatsapp con Byanca (ella siempre muy amable, le agradezco mucho como se preocupó), ella estaba en Bilbao, yo vivo en Logroño, a 1 hora y media aproximadamente y no pude ir por temas de trabajo, me avisó que se iba de Bilbao a Santander y allí sí que pude ir a visitarla la semana siguiente.
Durante el viaje de Logroño a Santander estuve todo el rato pensando en lo que iba a pasar, nervioso y excitado, los días previos habían caído muchas pajas pensando en este momento.
Eran las 21:55 y habíamos quedado a las 22:00, la llamé ya en el portal de su casa, me contesta con un tono dulce, nunca había oído su voz (siempre habíamos hablado por whatsapp), me dice que enseguida está, que llame en 15 minutos. Se me hicieron muy, muy largos, tenía muchas ganas de verla y a la vez estaba nervioso, nerviosísimo. Al final suena mi teléfono y subo al piso.
Llamo a la puerta de casa, me abre casi inmediatamente y me hace pasar, allí está imponente vestida de negro, con botas altas, los labios y las uñas de un rojo intenso y casi sin cerrar la puerta me da un besito, otro, me va metiendo la lengua hasta que me come la boca, se separa y me dice “hola cielo”, yo respondo aunque casi no me sale la voz. Volvemos a besarnos y entre beso y beso me dice que le cuente qué es lo que quiero hacer, le explico que quiero ser pasivo, sumiso, quiero que se divierta conmigo. Me sonríe de una forma picarona y me dice “lo vamos a pasar muy bien”. Le explico que sólo tengo dos límites, “no quiero lluvia dorada ni que te corras en mi boca, por lo demás soy tuyo”, “¿eres mi juguete, entonces? me replica ella, “sí, soy tuyo”. (En este momento, estoy nervioso, acojonado, excitado... todo a la vez)
Me ofrece algo de beber y le digo que agua fría, me ordena desnudarme completamente y que entre al salón mientras va a la cocina a por el botellín de agua. A los dos minutos entra sin tanga con la polla al aire, me mira y me dice que le pague, acordamos una hora y pago por ello, guarda el dinero en un mueble al lado mío, se da la vuelta y me ordena arrodillarme, estoy con la boca a 10 centímetros de su polla ya morcillona, me acaricia el pelo y me explica que a partir de ese momento ella manda: “Tu polla es mía y no la puedes tocar sin mi permiso, tu culo es mío, mejor dicho tu chocho porque eres una putita, mi putita, y voy a follarte hasta que me dé la gana”(aquí ya tenía el corazón a 100, como os podéis imaginar).
“Vale, tu mandas” y antes de acabar la frase ya tenía su polla en mi boca, la chupé lo mejor que pude, me ayudaba de mi mano derecha masturbándola y le chupaba la punta, no me entraba mucho más, la verdad. Me esforcé, bajaba a los huevos, le chupaba toda la polla de arriba abajo, hacía todo lo que había visto en películas y poco a poco ella empezó a follarme la boca cada vez más fuerte. Me daban arcadas y me salía mucha saliva, era muy incómodo pero no paraba, seguía ahogándome y ella parecía disfrutar. Yo intentaba separármela un poco con mis manos y ella me las apartaba todo el rato, seguía fallándome la boca como una posesa, entonces de repente apartándome las manos de nuevo, paró, bajó la cara para besarme pero cuando abrí la boca me escupió dentro y dijo “ahora verás”, abrió un cajón y me puso unas esposas dejando mis brazos en mi espalda “ya no me molestarás más con tus manos, voy a follarte la boca y luego el culo”. Ahora estaba a su merced, de rodillas, esposado y ella con su polla muy dura y reluciente, llena de mis babas. Me ordeno que abriera la boca, volvió a escupir y me metió la polla en la boca. Me follaba la boca, me tapaba la nariz, me volvía a follar la boca, hacía conmigo lo que quería, era su juguete y estaba jugando conmigo.
“Vamos a la habitación que voy a follarte”, “¡sígueme de rodillas, puta!”, yo estaba con las manos inmovilizadas y me costaba ir de rodillas por el largo pasillo hasta la habitación, hizo dos paradas por el camino para seguir follándome la boca un poco más.
En la habitación a cuatro patas en la cama me lubrico el culo, un poco de popper y me metió un consolador pequeñito, luego otro un poco más grande y después uno más grande que se me quedaba metido en el ano por la forma que tenía, con ese consolador en el culo me dio la vuelta y me puso en la cama boca arriba con la cabeza un poco salida de la cama, sabía lo que iba a pasar…
Me escupió en la boca y comenzó a follarme la boca otra vez, en esta posición me la metía hasta el fondo o eso me parecía a mí, las arcadas eran continuas, me la metía y me la sacaba con violencia y de vez en cuando intentaba metérmela aún más adentro. Saco su polla de mi boca y bajo la cabeza me besó, me lamió la boca y me escupió dentro (cada vez me gustaba más que me escupiera, me ponía cachondísimo) y otra vez la polla adentro, así varias veces hasta que me dijo “ahora sí que te voy a follar, date la vuelta y déjame verte el chocho”, yo no podía ni moverme, estaba cansado y al estar esposado me costó darme la vuelta (mientras veía como ella se ponía un condón, tenía la polla como una piedra, ya no había vuelta atrás), cuando estuve a cuatro patas me saco el consolador, un poco de popper y poco a poco me fue metiendo su polla poco a poco, me hacía daño pero al final entró. Empezó a subir de velocidad y me cuando me la metía muy adentro me hacía daño, me puso de medio lado, más popper y para adentro, cada vez me hacía menos daño y disfrutaba más, me follo así, volvió a ponerme a cuatro patas y me follaba sin descanso, me la sacaba entera y me la volvía a meter de golpe, iba alternando más rápido, más despacio, me la sacaba, me la metía…yo ya no sabía ni donde estaba, no podía ni moverme, ahora sí que era su juguetito y ahora sí que me sentía su putita totalmente.
Me puso boca arriba y me metió un consolador, ahora entró fácilmente, puso sus rodillas al lado de mis hombros, se quitó el condón y me puso la polla en la boca. Mientras se la chupaba jugaba con el consolador y se dio la vuelta, estábamos en posición de hacer un 69 pero ella en vez de chupármela me follaba el culo con el consolador, me estaba follando la boca con la polla y el culo con el consolador, después de un rato volvió a ponerse un condón y sin sacarme el consolador del culo metió su polla, ¡increíble!
Me follo un rato y me saco la polla y el consolador, entonces me dijo “voy a meterte la mano”, le dije que era imposible, que no entraba pero estaba inmovilizado y al final un dedo, dos, tres y me metió la mano completamente, la giró hacia un lado, hacia otro, era una pasada hasta que me la sacó, volvió a meter su polla y me folló boca arriba (yo ya ni notaba la polla prácticamente, tenía el ano tan dilatado que podía hacer con él lo que quisiera) hasta que se corrió en el condón todavía dentro de mi culo.
Entonces empezó a pajearme con su mano derecha y en 1 minuto me corrí, ¡qué placer!, me corrí en su mano izquierda y nada más terminar me obligó a tragarme mi propio semen, “me has dicho que no me corra en tu boca y he cumplido pero no has dicho nada de tu semen, putita” Yo ya sin fuerzas me quede en la cama quieto un par de minutos para coger aire, me dio una toalla para limpiarme un poco y me incline hacia adelante, me quito las esposas, ya estaba libre.
Estuvimos un rato hablando hasta que me fui, fue una experiencia inolvidable, ya estoy deseando de que me vuelva a follar, deseando de volver a comerme su polla.
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Esto es una fantasía, no ha pasado realmente pero creo que Byanka sabe quien soy y espero que me ayude a realizar esta fantasía, a poder ser la semana que viene, ¡seguro que sí!
Added on April 27, 2016 at 12:00 am